En un país que tiene Caribe y Pacífico, la tarea de escoger las 5 mejores playas es bastante pretenciosa, pero necesaria para quienes no tienen mucho tiempo para recorrer Colombia y quieren disfrutar sus mejores destinos de verano.
Hay playas continentales y hay islas de una belleza exótica que maravilla a cualquiera. Además, uno de los atractivos más importantes de estos lugares es la cantidad de actividades que se pueden realizar, como buceo, surf o avistamiento de ballenas, en medio de aguas azuladas y gente fascinante.
Y es que el turismo de verano en Colombia, viene acompañado de la riqueza cultural de poblaciones que seguramente llenarán su experiencia de gastronomía abundante, música enérgica y artesanías llenas de originalidad y color.
La Guajira
Es el departamento más septentrional de Colombia y de América del Sur. Lo que hace a esta zona tan particular, son sus paisajes agrestes que combinan rojizos desiertos con playas de aguas tranquilas y claras, y un sol intenso que desacelera los movimientos. Llegar aquí no es fácil ni económico, así que es un viaje para quienes están dispuestos a sacrificar unas cuantas comodidades por disfrutar de unos días lejos de todo lo conocido.
El Parque Tayrona
Este es uno de los destinos más populares de Colombia, tanto para nacionales como para extranjeros, y una vez que lo visite entenderá por qué todos quieren conocerlo. El Tayrona encierra riqueza natural e histórica en sus miles de hectáreas, que forman parte de la Sierra Nevada de Santa Marta. Alguna vez, este fue el territorio sagrado de los grupos indígenas que habitaron la zona y muchas de sus dinámicas se desarrollaban entre las costas y la montaña.
La mayoría de sus playas no son aptas para nadar, pero los paisajes que las componen son tan impresionantes, que basta con estar unos días admirándolos para volver a la vida cotidiana con una actitud renovada. Además, aquí también se realiza avistamiento de aves, caminatas a sitios arqueológicos importantes y buceo en algunas islas cercanas.
El ingreso está restringido a cuatro puntos oficiales, en los cuales se paga una tarifa determinada y se comienza el camino a los pocos sitios con infraestructura turística del parque. Los hospedajes son de tres clases: cabañas de lujo, hamacas o zonas de camping. Además, puede visitar el Tayrona por el día: llegue en lancha desde Taganga y pase unas horas de relax, sin hacer mayores esfuerzos. Todo vale con tal de inmiscuirse en esta especie de selva costera llena de vida.
Descubre el misterio del PNN Tayrona.
San Andrés, Providencia y Santa Catalina
Este departamento está ubicado en el mar Caribe, al norte de Colombia, y está conformada por varias islas, cayos e islotes rodeados por fascinantes arrecifes de coral. Su cultura antillana está muy relacionada a los pueblos de Jamaica y de Haití, por lo que es muy común hacer amigos rastafaris, escuchar reggae y tomar cocteles tornasoles, en acogedoras cabañas de madera.
Muchos dicen que estas son las mejores playas de Colombia, porque además de su belleza, son aptas para el nado y otros deportes acuáticos, a la vez que albergan una diversidad de fauna marina impresionante. Además, en la «parte alta» de Providencia está la Reserva Forestal El Pico, donde nacen la mayoría de fuentes de agua dulce y se pueden realizar agradables caminatas y cambiar un poco de paisaje.
Si quiere disfrutar de los mejores escenarios de estas islas, la mejor manera de hacerlo en mediante el buceo y el snorkeling. Claro que sumergirse durante minutos y nadar junto con coloridos peces, no se compara con verlos claramente desde arriba con unos lentes de agua, pero todo dependerá de su presupuesto, valentía y habilidades. Sea cual sea su decisión, procure estar en contacto con la vida submarina de San Andrés, apagar su mente un rato y dejarse llevar por el placer de observar.
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El Pacífico Norte
Destinos como Nuquí y Bahía Solano, en el departamento del Chocó, tienen un encanto inigualable. Esta zona es una de las más biodiversas del planeta y la cultura chocoana, aunque se ha visto afectada por muchos conflictos sociales, mantiene una identidad fuerte y alegre que hace que todos los turistas se sientan como en casa.
Las poblaciones de estos sitios viven mayormente de la pesca, actividad que fortalece la paciencia y el entendimiento del mar. Cuentan con playas perfectas para realizar actividades como avistamiento de aves, recorridos por manglares, buceo, deportes de aventura o pesca artesanal, y para degustar las más exóticas combinaciones gastronómicas.
La mejor época para visitar Nuquí o Solano es entre junio y octubre, cuando las ballenas jorobadas pasan por las costas del Pacífico colombiano en su recorrido migratorio hacia el sur. Cualquiera de los pescadores de la zona lo llevará a disfrutar este espectáculo, donde ballenas gigantes y pequeños ballenatos juegan en las aguas a pocos metros de distancia.
Para ellos una práctica de lo más normal y para nosotros una muestra evidente de lo pequeños y vulnerables que somos los humanos frente a los mamíferos de los mares.
Pacífico Sur
Aunque esta zona no sea muy aclamada, ya que es una de las más húmedas del país, cuenta con puntos de vital importancia para la biodiversidad de Colombia que guardan una belleza extraordinaria. A varias de ellas solo se puede llegar en lancha y la infraestructura turística es precaria, así que son los amantes de la aventura quienes se ven premiados luego, con algunas de las experiencias más auténticas de Colombia.
Bahía Málaga, uno de los sitios favoritos de las ballenas jorobadas, alberga una importante diversidad de fauna que llena al ambiente de cantos y colores. Además, si usted es de los valientes, no le importará compartir el mar con algunas especies de tiburones y rayas, o caminatas selváticas con diferentes ranas y serpientes.
Un poco más abajo están Juanchaco y Ladrilleros, que están bañadas por las aguas dulces de los ríos que desembocan en el océano. Están bastante aisladas de las rutas turísticas convencionales, lo que les garantiza un alto nivel de autenticidad y mucha calma. Los caleños y otros vallecaucanos sí que se las conocen bien, así que, como antes de visitarlas deberá pasar por este departamento, no dude en alimentarse de las experiencias ajenas y prepararse para lo que le espera.
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