Hay un verdadero desafío para iniciar un incendio sin una chispa. Empiezas frío, recoges palos perfectamente envejecidos y yesca seca, y frotas furiosamente dos palos, creando fricción y, con suerte, atrapando una chispa para encender la llama. Cada chispa tiene el potencial de iniciar el fuego, sin embargo, muchas no logran encender la llama. La tarea es difícil, puede parecer imposible, pero ante la oscuridad y el frío, la determinación es esencial.
Cambiar el diálogo nacional en nuestra comprensión y respuesta a la condición de pobreza es como iniciar ese fuego. Hemos visto muchas chispas, sin embargo, el verdadero fuego ha permanecido esquivo.
Recientemente se encendió una chispa con líderes de la Asociación Médica Americana (AMA). Su respuesta fue profunda. Les pedí su aporte, liderazgo y orientación para iniciar este fuego. La AMA podría ser la chispa para encender este fuego. Podría suceder.
Pero si esta chispa, como tantas otras, no aterriza en tinder, no debemos cansarnos ni perder la esperanza. Debemos seguir creando fricción y garantizar que las chispas vuelan. Somos esas chispas, y juntos podemos prender fuego a este mensaje. Encenderemos el fuego y llevaremos luz, esperanza y calor a los millones de estadounidenses que luchan en la pobreza.
Siempre sabiendo que no puedes encender un fuego sin una chispa.