Dirigida por Cameron Crowe, 2000, Almost Famous cuenta la historia de Stillwater, una «banda de nivel medio ficticia que lucha con sus propias limitaciones en la cara dura del estrellato» a través de los ojos de William Miller (Patrick Fugit) de 15 años, quien a su vez alberga aspiraciones de una carrera en el periodismo musical. Después de aceptar una invitación para ir de gira con la banda, William lucha por obtener la entrevista clave con Russell Hammond (Billy Crudup), cuyo comportamiento cada vez más errático saca a la luz la naturaleza conflictiva de las relaciones dentro de la banda. La banda debe decidir lo que le depara su futuro mientras un frustrado William trata de encontrar un ángulo para su historia.
El momento en cuestión llega después de que Russell y William asistieran a una fiesta posterior al concierto en Topeka. Russell consume una gran cantidad de cerveza cargada de LSD, que culmina en él saltando desde el techo de una casa a una piscina proclamándose a sí mismo como un «dios dorado». El mánager de la banda Dick Roswell (Noah Taylor) recoge al dúo a la mañana siguiente y Russell sube tímidamente a bordo del autobús de gira de la banda. A medida que se sienta en su asiento, la tensión entre compañeros de banda es palpable, con William llegando a darse cuenta de que está fuera de su profundidad.
Tiny Dancer de Elton John comienza a tocar mientras se nos muestra a los miembros de la banda mirando abatidos. Poco a poco, cada uno comienza a asentir al ritmo de la canción y la tensión se rompe cuando el bajista Mark Kozelek (Larry Fellows) comienza a cantar. El resto de la banda se une. La escena destaca perfectamente el hecho de que, a pesar de las crecientes tensiones, la banda sigue siendo, por el momento, un grupo muy unido. William también se rinde al momento y comienza a cantar antes de decirle a Penny Lane (Kate Hudson) que tiene que irse a casa solo para que le digan «Estás en casa». La película le dio una nueva vida a Tiny Dancer, presentándola a una nueva generación. Sirviendo para apuntalar la verdadera fuerza de la relación de la banda y la rendición de William al momento, esta escena se ha convertido en el momento más icónico de Almost Famous, una de las mejores películas del 2000.
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