Se entiende por deseo la acción y el efecto de desear, la palabra deseo viene del latín «desidĭum». Este vocablo se le atribuye al sentimiento enorme que posee una persona por conseguir un objetivo determinado; o la aspiración, esperanza o anhelo que se origina en un individuo y que tiene un origen y un fin, de saciar un gusto. Por otra parte al termino deseo se aplica al impulso o excitación, carnal o sexual; o sea a las ganas de tener relaciones sexuales con una u otra persona.
Estos deseos de una personas se relacionan con los valores, prioridades, y con la personalidad de cada individuo. En el entorno psicológico hablamos de deseo para referirnos al motor del aparato psíquico; que es aquello activa nuestra mente y con ello también nuestra conducta; una mente que está compuesta o constituida por tres instancias que son el consiente, el preconsciente, y el inconsciente, que se diferencian por dos barreras de censura ejercida por la represión. Según Freud el deseo nace desde el primer encuentro entre el niño y el pecho materno, ya que satisface su deseo por única vez, y a partir de allí querrá volver a dicha experiencia.
Otra definición de deseo es la que se da al movimiento fortalecedor o vigorizante del anhelo o voluntad hacia el conocimiento, disfrute o posesión de algo en particular. Otras fuentes exponen acepciones como la aspiración o apetencia de poder saciar un gusto que conmueve nuestros sentidos; motivado por experiencias pasadas o por cualquier otro motivo, o debido a algún objeto animado o inanimado. El deseo está estrechamente relacionado a la naturaleza humana, y es uno de los mecanismos que impulsan el comportamiento del ser humano.