La enfermedad de las burbujas de gas (GBD), un trauma no infeccioso inducido ambiental o físicamente, es causado por un aumento de la presión del gas disuelto por encima de la presión del aire ambiente (sobresaturación). Con frecuencia, la causa es un aumento de la presión parcial de nitrógeno, especialmente en primavera/agua subterránea. Todas las especies de peces, así como los anfibios y los invertebrados acuáticos, son susceptibles. Las especies de peces y los grupos de edad son diferentes y sensibles; los alevines nadados están muy en peligro de extinción. La enfermedad puede ocurrir en forma crónica a aproximadamente el 103% y en forma aguda a una presión de gas total (TGP) superior al 110/115%. Los peces, especialmente los alevines, con la forma crónica mueren lentamente sin síntomas. Los síntomas clínicos de la forma aguda son desorientación, enfisema subcutáneo, embolia, exoftalmus en su mayoría solo en un lado, nadando cerca de la superficie del agua con piel oscura, hemorragias y alta mortalidad. Las pérdidas aumentan con el aumento de TGP. En general, la mortalidad en forma crónica aumenta por infecciones secundarias de tejido enfisematoso. Como los procesos técnicos pueden ser la causa de un aumento de la presión total del gas, como el bombeo de agua, el calentamiento de agua o la mezcla de agua fría con agua tibia, en este contexto podríamos hablar de una «tecnopatía». Se recomienda la siguiente medición «terapéutica»: evitar factores causales, transferir peces dañados en agua expandida, desactivar la causa, compensar la presión en aguas más profundas, si es posible.