Growth hacking es una estrategia de marketing que utiliza la experimentación rápida a través de varios canales y vías de desarrollo de productos para determinar la forma más efectiva de escalar y hacer crecer un negocio. A diferencia del marketing convencional, el growth hacking se centra en objetivos, resultados y rentabilidad, no en procesos, por lo que no siempre sigue una metodología.
Un growth hacker está menos preocupado por los pasos que se deben tomar o las herramientas que se deben usar, y más interesado en usar el pensamiento analítico para identificar oportunidades de crecimiento. El growth hacking a menudo es adoptado por startups y empresas que desean ganar exposición y aumentar sus ingresos y bases de clientes rápidamente, al tiempo que utilizan soluciones de bajo costo y mantienen el costo por adquisición de clientes al mínimo.
Los growth hackers pueden usar una combinación de métodos para lograr sus objetivos: marketing viral, redes sociales, publicidad dirigida, ingeniería inversa, SEO, marketing por correo electrónico, así como marketing de contenidos, análisis, pruebas A/B, optimización de la tasa de conversión y muchos otros.