De acuerdo con Steve Taylor, Ph.D., Director Fundador (retirado) de Food Allergy Research y Resource Program (FARRP), no existe evidencia de que los quesos mohosos sean potencialmente dañinos para las personas alérgicas al moho. Los consumidores con alergia al moho generalmente están respondiendo a la inhalación de esporas de moho. Por otro lado, la ingestión de quesos mohosos generalmente implica la ingestión de micelios, no esporas. Aunque algunas esporas pueden estar presentes en el queso, el proceso digestivo puede destruir los alérgenos.
Algunos médicos advierten a sus pacientes sobre la ingestión de quesos mohosos, pero esta precaución no se basa en ninguna evidencia sólida de la que el Dr. Taylor tenga conocimiento. Agrega además que el principal alérgeno de moho en el medio ambiente es Alternaria y Alternaria no sería una especie común de deterioro de moho en los quesos (más probable en frutas en mal estado).
En la actualidad, FARRP no tiene conocimiento de ninguna literatura publicada que refute esta advertencia. Sin embargo, no existen pruebas que demuestren que la precaución sea necesaria.