Antecedentes
La epilepsia es uno de los trastornos a largo plazo más comunes del sistema nervioso, y a pesar de que hay varios medicamentos antiepilépticos disponibles, el 30% de las personas continúan teniendo convulsiones (ataques). Los informes han sugerido que la melatonina puede funcionar en la epilepsia con un buen perfil de seguridad. La melatonina es producida por el cuerpo y es prescrita por los médicos para tratar trastornos del sueño y problemas como el desfase horario.
Características del estudio
Buscamos en las bases de datos médicas ensayos clínicos de melatonina añadida a otro medicamento antiepiléptico (tratamiento complementario) en comparación con un medicamento antiepiléptico más tratamiento de fantasía complementario (placebo) o tratamiento complementario sin tratamiento en personas con epilepsia. Los participantes eran de cualquier edad o sexo e incluían niños y adultos con discapacidades. Los estudios midieron la reducción a la mitad de la frecuencia de las convulsiones, la proporción de personas sin convulsiones (sin convulsiones), los efectos secundarios y la mejora de la calidad de vida.
Resultados clave
Encontramos seis ensayos que representan a 125 participantes para la presente revisión. Informaron dos comparaciones diferentes: melatonina versus placebo y melatonina 5 mg versus melatonina 10 mg.
Los ensayos incluidos no evaluaron la frecuencia de las convulsiones, la libertad de convulsiones y los eventos adversos de manera metódica. Solo un estudio informó la frecuencia de las convulsiones y ninguno de los participantes tuvo un cambio en la frecuencia que se produjo durante el ensayo en comparación con antes del ensayo. Solo un ensayo evaluó el efecto de la melatonina en la calidad de vida y no encontró mejoría con la melatonina añadida en comparación con el placebo añadido.
Calidad de la evidencia
Los ensayos incluidos fueron de mala calidad metodológica y no fue posible extraer conclusiones definitivas sobre el papel de la melatonina en la reducción de la frecuencia de las convulsiones o la mejora de la calidad de vida en personas con epilepsia.
La evidencia estaba actualizada a enero de 2016.