A través del término estructura se pueden referir diversas cuestiones. Por un lado, por estructura se entiende a la distribución y orden de las partes más importantes que componen un todo. Pero por otro lado, con el mismo término podemos querer decir o hablar de aquel sistema de conceptos que se encuentran enlazados entre sí y cuya razón de ser será la de precisar la esencia del objeto de estudio, es decir, tanto la realidad como el lenguaje que se habla tendrán su propia y particular estructura. Y en el otro de los ámbitos en el cual la palabra estructura goza de una enorme popularidad dado que es de uso común y regular por quienes entienden en el mismo, es en la arquitectura.
En arquitectura y en ingeniería también es recurrente el empleo de este término dado que se llama así a aquella armazón de hierro, madera u hormigón que soporta una edificación sobre sí. Sin dudas este sentido de la palabra estructura es el más popular y extendido a la hora de usar este término…
Lo básico, antes de colocarle a un edificio de departamentos que se está construyendo todos los detalles accesorios como ser de revestimientos, grifería y aberturas, será fundamental emplazar una estructura que le de consistencia y rigidez a la construcción, que será la responsable de la perdurabilidad que tendrá el edificio y que por supuesto también determinará su valor.
En tanto es la ingeniería industrial, una rama dentro de la ingeniería civil, la disciplina que se focaliza justamente en el diseño y en el cálculo que corresponde a la parte estructural que mencionábamos líneas arriba.
Su principal misión y en eso centra fundamentalmente es lograr estructuras que sean seguras, funcionales y muy resistentes, ya sea en edificios muros, puentes, presas, túneles, entre otros espacios y que son constantemente transitados y habitados por personas.
Para ello, para diseñar las estructuras, la ingeniería estructural aplica lo que se conoce como mecánica de medios continuos, una rama de la física mecánica que establece un modelo unificado para los sólidos que se deforman, para los fluidos y los rígidos. De esta manera se atiende a un diseño que sea capaz de soportar el propio peso, el de las cargas por el uso y aquel peso que ocasionan los fenómenos naturales o climáticos, tal es el caso del viento, el agua, la nieve y los sismos.
La ingeniería estructural y los profesionales que la despliegan se aseguran entonces a través de estos procedimientos que los diseños que realizan sean capaces de satisfacer los estándares de seguridad, es decir, que la estructura no ceda sin dar aunque sea un alerta previo.
Por otra parte también atienden a las cuestiones del confort, por ejemplo que las vibraciones estructurales no molesten la tranquilidad de los ocupantes y esto está en estrecha relación con los materiales utilizados en la construcción.
Cabe destacarse que estos objetivos son posibles de cumplir haciendo no solamente un uso responsable y satisfactorio del dinero invertido sino también por la elección de materiales que cumplan los mencionados estándares.
Pero muchísimos otros ámbitos también usan el término estructura para referir su funcionamiento, disposición o materia de estudio, las ciencias sociales, las ciencias aplicadas, la astronomía, la ingeniería, las matemáticas, entre otras.