La fascitis plantar es un dolor en el talón derivado de la irritación de la fascia plantar, una banda de tejido que se extiende a lo largo de la parte inferior del pie. Este problema puede desarrollarse cuando el tejido se estira más allá de sus límites normales como resultado de correr o saltar, y puede empeorar con zapatos que no le brindan el apoyo adecuado.
La fascitis plantar es más común entre corredores, jugadores de voleibol y tenis, personas que regularmente hacen aeróbicos escalonados o suben escaleras, personas con pies planos, mujeres embarazadas, obesos y diabéticos. Si crees que el dolor de talón está relacionado con el ejercicio, tómate un descanso de lo que has estado haciendo.
La sabiduría médica sostiene que la fascitis plantar proviene de la inflamación causada por la tensión del ejercicio, pero algunas investigaciones recientes sugieren que la inflamación puede no ser el problema. Las biopsias de tejido tomadas de la fascia de personas con fascitis plantar no mostraron los marcadores habituales de inflamación, y los expertos ahora sospechan que el trastorno es causado por degeneración o debilitamiento del tejido. Estos cambios se deben posiblemente a pequeños desgarros que se producen con el tiempo durante el ejercicio. Normalmente, el cuerpo repara tales lágrimas, pero a veces, por razones desconocidas, el daño supera el proceso de curación, lo que resulta en una acumulación de lágrimas que no se curan rápidamente, según expertos en medicina deportiva citados por el New York Times en un artículo del 20 de febrero de 2013 sobre el tema.
El enfoque más reciente para este problema es un ejercicio desarrollado por investigadores en Dinamarca que publicaron sus hallazgos en agosto de 2014 en el Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports. Esto es lo que debes hacer: párate descalzo con el pie afectado en una escalera o caja. Coloque una toalla enrollada debajo de los dedos de los pies y deje que el talón cuelgue sobre el borde de la escalera o la caja. La otra pierna debe quedar libre, ligeramente doblada a la rodilla.
A continuación, se eleva y se baja el talón doloroso a una cuenta de tres, se mantiene durante dos segundos y luego se baja durante tres segundos. Apuntas a 12 repeticiones. Cuando puedes hacer estas subidas de talón fácilmente, se supone que debes llenar una mochila con libros y luego hacer de ocho a 12 repeticiones de las subidas de talón cada dos días mientras usas la mochila.
Los investigadores daneses compararon los resultados de los participantes que realizaron el nuevo ejercicio con los de los voluntarios en un grupo de control que practicaron los estiramientos diarios generalmente recomendados para la fascitis plantar. Esto implica tirar de los dedos de los pies hacia las espinillas 10 veces y repetir este estiramiento tres veces al día.
Los pacientes en el grupo de ejercicio reportaron reducciones significativas en el dolor y la discapacidad después de tres meses, mientras que los del grupo de control mostraron poca mejoría. Los investigadores informaron, sin embargo, que después de nueve meses del estiramiento que generalmente se recomienda, el dolor también disminuyó en la mayoría de los voluntarios en el grupo de control.
Sin duda vale la pena probar el nuevo ejercicio, aunque no es probable que alivie el dolor en el talón de la noche a la mañana. Desafortunadamente, la fascitis plantar puede durar meses o incluso hasta un año o más, incluso con ejercicio diligente para abordarla. Sin embargo, con el tiempo, el dolor desaparecerá.
Andrew Weil, M. D.