Ficha informativa sobre la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo

Patógeno

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una infección viral descrita en partes de África, Asia, Europa sudoriental y Oriente Medio. El agente causal, el virus CCHF, pertenece al género Nairovirus de la familia Bunyaviridae. Causa una enfermedad grave en humanos con riesgo de transmisión nosocomial y una alta tasa de mortalidad. La aparición de la enfermedad está vinculada a la distribución geográfica de vectores de garrapatas duras, en su mayoría del género Hyalomma. El nombre del virus está relacionado con el reconocimiento clínico de la enfermedad en Crimea en 1944 y el primer aislamiento del virus en el Congo en 1956. Se sabe que el rango geográfico del virus CCHF es el más extenso de los virus transmitidos por garrapatas relevantes para la salud humana. En Europa, se han notificado casos en Albania, Bulgaria, Kosovo, Turquía y la antigua Unión Soviética. En Grecia, el primer caso humano de infección por CCHF se notificó en el verano de 2008. El primer caso humano de infección por CCHF se notificó en Grecia en junio de 2008. En España, el primer caso humano de infección por CCHF se notificó en agosto de 2016 y dio lugar a un caso de infección nosocomial.

Características clínicas y secuelas

Después de un período de incubación, generalmente de 3-7 días (de 1 a 13 días), la enfermedad se caracteriza por un inicio repentino de enfermedad febril con dolor de cabeza, mialgia, dolor de espalda, dolor articular y abdominal y vómitos. A esto le siguen con frecuencia manifestaciones hemorrágicas que pueden ir desde petequias hasta equimosis que aparecen en las membranas mucosas y la piel; los sitios de sangrado más comunes son la nariz, el sistema gastrointestinal, el útero y las vías urinarias y respiratorias. Se puede presentar hepatitis necrótica. La equimosis grande y el sangrado incontrolado de los sitios de punción venosa son características comunes. El período de convalecencia comienza en los sobrevivientes aproximadamente 10-20 días después del inicio de la enfermedad. La duración del período de incubación varía dependiendo de varios factores, incluida la dosis viral y la vía de exposición, y a menudo es más corta después de la infección nosocomial.

Transmisión

Reservorio

El virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo circula en un ciclo enzoótico silencioso de garrapatas, vertebrados y garrapatas, y no hay pruebas de que el virus cause ninguna enfermedad en los animales. Las garrapatas del género Hyalomma son los principales vectores del virus CCHF; Hyalomma marginatum es el principal vector de CCHF en el sur de Europa; el virus también se ha identificado en Hyalomma lusitanicum en España. Las liebres y los erizos actúan como huéspedes amplificadores para las etapas inmaduras de las garrapatas. Animales domésticos (bovinos, caprinos, ovinos, etc.)) son los anfitriones habituales para las garrapatas adultas. Los humanos no son los huéspedes preferidos de las garrapatas Hyalomma y son poco frecuentes las picaduras en comparación con el ganado. Cuando se infectan, las garrapatas pueden transmitir el virus CCHF a lo largo de su vida. En el hemisferio norte, el Hyalomma marginatum generalmente se activa por el aumento de la temperatura en primavera (principios de abril), y las etapas inmaduras están activas en verano entre mayo y septiembre.

Modo de transmisión

Los seres humanos se infectan a través de picaduras de garrapatas infectadas o por contacto con sangre infectada u otros tejidos del ganado. La transmisión nosocomial puede ocurrir a través del contacto directo con sangre o fluidos corporales infectados, o a través de equipos o suministros médicos contaminados.

Grupos de riesgo

Los principales grupos de riesgo incluyen agricultores, veterinarios y trabajadores de mataderos en áreas endémicas, y la mayoría de los casos afectados se refieren a la agricultura y/o la cría de animales domésticos y las actividades de sacrificio. La carne en sí no es la fuente de infección porque el virus se inactiva por la acidificación del tejido después del sacrificio, y el virus CCHF no sobrevive a la cocción. Los trabajadores de la salud son el segundo grupo más afectado cuando se atiende a pacientes con ICCC con hemorragias y hemorragias graves en un entorno hospitalario sin procedimientos de enfermería de barrera estrictos. Las actividades al aire libre en áreas endémicas son un factor de riesgo para la exposición a las garrapatas.

Métodos de prevención

La prevención y el control de la infección por CCHF se logra evitando o minimizando la exposición a garrapatas infectadas mediante el uso de repelentes de garrapatas. Se recomienda el uso de ropa protectora y la eliminación temprana y correcta de las garrapatas. Dado que los casos nosocomiales de ICC son bastante comunes y a menudo resultan en una alta mortalidad, se deben tomar precauciones universales estrictas, incluida la enfermería de barrera, con los casos hospitalizados, al igual que con otras fiebres hemorrágicas. En Bulgaria se utiliza una vacuna derivada del cerebro de ratón inactivado, pero no está ampliamente disponible, y hay que reevaluar la eficiencia y la seguridad, así como la inmunoglobulina humana específica utilizada para la profilaxis posterior a la exposición. En áreas endémicas, se ha logrado una medida de control de garrapatas mediante el saneamiento ambiental de hábitats de maleza. Los acaricidas pueden ser útiles en animales domésticos para controlar las garrapatas infectadas por el virus CCHF si se usan de 10 a 14 días antes del sacrificio o para exportar animales de regiones enzoóticas.

Diagnóstico

El diagnóstico directo de CCHF se realiza mediante la detección del genoma viral por RT-PCR hasta 10-15 días después del inicio de la enfermedad. La detección serológica de anticuerpos IgM específicos se puede realizar a partir del quinto día. Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo La seroconversión de IgG o el aumento de cuatro títulos pueden ayudar al diagnóstico, pero se retrasa. Como el CCHF se considera un patógeno altamente peligroso, el envío y manejo de muestras requieren protocolos específicos.

Manejo y tratamiento

Dado que no existe un tratamiento antiviral específico validado para la CCHF, el tratamiento se basa en cuidados de apoyo, incluida la administración de trombocitos, plasma fresco congelado y preparaciones de eritrocitos. Se ha utilizado ribavirina oral o intravenosa con éxito notificado, aunque sin beneficio confirmado. Debe reevaluarse el valor de las inmunoglobulinas humanas de los pacientes recuperados para el tratamiento.

Áreas clave de incertidumbre

La comprensión del ciclo de transmisión del virus CCHF necesita más investigaciones de campo, especialmente en Europa. Hay una falta de estandarización de las definiciones de casos, los procedimientos de diagnóstico de laboratorio, los informes y la documentación de la enfermedad. El tratamiento con ribavirina es recomendado por la Organización Mundial de la Salud, pero aunque muchos informes indican que el medicamento puede ser beneficioso, la eficacia real requeriría una evaluación adicional. No existe una vacuna humana segura y eficaz disponible y no existe un modelo animal para probar nuevos medicamentos y/o vacunas.

Nota: La información contenida en esta hoja informativa está destinada a fines de información general y no debe utilizarse como sustituto de la experiencia y el juicio individuales de los profesionales sanitarios.

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