Desafortunadamente, no existe un proceso de certificación estandarizado reconocido a nivel nacional o internacional en Medicina Conductual, lo que limita la capacidad del consumidor para buscar médicos calificados. En general, para que alguien se represente a sí mismo como un «Especialista en Medicina B», debe tener no menos de dos años de capacitación especializada en la utilización de técnicas de Medicina Conductual (por ejemplo, TCC, entrenamiento de relajación, técnicas meditativas, IM, hipnosis, biorretroalimentación, etc.).) bajo la supervisión de un especialista de B-Med con licencia cualificada. Además, el especialista de B-Med debe ser un clínico competente con licencia en una de las disciplinas de salud mental. Debe haber demostrado competencia en la implementación de una variedad de enfoques psicoterapéuticos (TCC, psicodinámica, sistemas familiares, etc.).) para tratar una amplia gama de problemas y afecciones psicológicas.
¿Cómo funciona realmente B-Med?
Los especialistas en medicina conductual utilizan una variedad de intervenciones psicológicas para abordar los problemas físicos y/o emocionales de los pacientes. En particular, se basan en intervenciones que se dirigen a los efectos del estrés psicológico o comportamientos inadaptados en sus síntomas médicos o psicológicos.
Por ejemplo, una persona que sufre de migraña puede experimentar un aumento en la frecuencia, intensidad y duración de los episodios de migraña mientras experimenta un sufrimiento emocional significativo. La condición de este paciente puede beneficiarse significativamente al aprender una variedad de habilidades de manejo del estrés, como respiración diafragmática, relajación muscular progresiva, atención plena, imágenes, etc. para reducir el impacto del estrés. El paciente también puede usar la biorretroalimentación como una forma de enseñarse a sí mismo a aumentar la temperatura en sus manos. La investigación sugiere que el aumento de la temperatura de la mano puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo (al causar vasodilatación o expansión de los vasos sanguíneos), lo que, con una práctica sostenida, puede disminuir la frecuencia, la gravedad y la duración del dolor de cabeza en algunos pacientes con migraña.
El médico también puede usar las habilidades de terapia cognitivo-conductual (TCC) para ayudar a identificar y modificar los pensamientos y los factores situacionales que pueden estar intensificando los dolores de cabeza. El médico puede confiar en técnicas de entrevista motivacionales para aumentar el nivel de motivación del paciente para seguir las recomendaciones de tratamiento de sus proveedores médicos. Sin embargo, es importante entender que la medicina conductual no proporciona una «solución rápida» para los problemas médicos o de salud mental de los pacientes. Requiere una participación activa regular en su tratamiento, motivación sostenida, apertura para hacer cambios significativos en los factores de estilo de vida y práctica constante en el hogar de las habilidades recién adquiridas, con el fin de obtener resultados positivos.