Objetivo: Evaluar la capacidad de los atletas de secundaria no lesionados de pasar tres pruebas de estado mental que se usan comúnmente al margen para la evaluación de conmociones cerebrales: la prueba de sietes en serie, la prueba de tres en serie y la recitación de meses del año en orden inverso (MOYR).
Participantes: Estudiantes de secundaria atletas en los grados 9, 10, 11 y 12 que se someten a exámenes físicos de preparación deportiva. El estudio inicial evaluó a 522 atletas consecutivos. El estudio de seguimiento evaluó a 109 atletas consecutivos.
Intervención: Se pidió a los atletas del grupo inicial que realizaran una prueba de siete en serie, seguida de una prueba de tres en serie y, finalmente, que recitaran el MOYR. Al segundo grupo se le pidió que realizara las mismas pruebas en un orden aleatorio.
Medidas principales de los resultados: A los participantes se les dio un límite de tiempo de 1 minuto para cada prueba, con aprobación definida como 7 iteraciones correctas consecutivas o 11 correctas con un error.
Resultados: Para el grupo inicial, el 51,3% realizó con éxito sietes en serie, el 78,7% realizó con éxito tres en serie y el 89,5% recitó con éxito el MOYR. Para el segundo grupo, el 52,7% realizó con éxito sietes en serie, el 78,1% realizó con éxito tres en serie y el 88,9% recitó con éxito el MOYR. Las tasas de aprobación fueron significativamente diferentes para ambos grupos. Las tasas de aprobación fueron similares para ambos sexos, todos los niveles de grado y todos los deportes en ambos grupos de prueba. Los participantes, tanto en general como en todos los subgrupos, fallaron los sietes seriados con más frecuencia que los tres seriados y el MOYR (p < 0,001 para el grupo inicial; p < 0,0001 para el segundo grupo). Fallaron en tres series con más frecuencia que MOYR (p < 0,001 para el grupo inicial; p < 0,01 para el segundo grupo).
Conclusiones: El porcentaje de atletas de secundaria ilesos que completan con éxito sietes seriados es demasiado bajo para que la prueba sea útil para evaluar la conmoción cerebral; la prueba carece de especificidad. El porcentaje de atletas que aprobaron el MOYR fue mayor, lo que quizás hizo que esta prueba fuera mejor que la tradicional prueba de sietes en serie. Sin embargo, las pruebas deben realizarse en atletas lesionados antes de que se pueda recomendar la aplicación clínica.