Resumen
Problema clínico: Durante la cicatrización de heridas, las heridas de espesor completo pueden volverse crónicas debido a bordes cerrados o enrollados de heridas no proliferativas. Esta afección se conoce como epibol. En general, el epibol se trata mediante escisión quirúrgica o cauterización química. Para el paciente confinado en el hogar, estos tratamientos no siempre son una opción viable debido a las limitaciones de: accesibilidad, tolerancia, asequibilidad, comorbilidades y función. Los tratamientos anteriores de los pacientes variaron de cambios diarios de vendaje de gasa húmeda a seca a alginato de calcio y vendaje de hidrofibra 3 veces por semana. Los pacientes tenían varias comorbilidades que afectaban el proceso de cicatrización de la herida. se presentarán 3 casos de estudio: una mujer de 62 años con herida quirúrgica deshiscada, una mujer de 58 años con ulceración por presión y una mujer de 53 años con herida quirúrgica.
Enfoque Clínico Actual: Nuestra compañía de atención médica en el hogar cuenta con un equipo corporativo de enfermeras certificadas para heridas y ostomías (CWON, por sus siglas en inglés) disponibles para consultas. Después de una solicitud de consulta de heridas por parte del médico visitante, el CWON identificó cada uno de estos casos como heridas crónicas sin cicatrización secundarias a epibole. Se recomendó aplicar un vendaje de membrana polimérica (PMD) utilizando la misma técnica que se presentó en una presentación de póster anterior en la 40a conferencia anual de la WOCN. Esta técnica utiliza una gasa enrollada presionada firmemente sobre el apósito PMD para garantizar un contacto firme y seguro a través del lecho de la herida y los bordes enrollados engrosados. Los PMD se cambiaban 3 veces por semana. Según las órdenes del médico, las heridas se limpiaron durante los cambios de vendaje y se aplicó una barrera cutánea en la piel periwound.
Resultados del paciente: Utilizando la técnica de aplicación adecuada, los bordes de la herida se aplanaron y comenzaron a epitelizarse y cerrarse. 2 de los 3 pacientes están actualmente dados de alta de la salud en el hogar con heridas curadas.
Conclusiones: Los apósitos de membrana polimérica para el manejo del epibol son un tratamiento eficaz cuando se emplea la técnica de apósito adecuada.
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