No importa lo enfermo que se sienta su hijo, el sonido de un camión de helados que viene por la carretera puede animarlo de inmediato. Pero, ¿el helado mejora o empeora la tos? Desafortunadamente, no hay una respuesta clara de sí o no. Si bien no ha habido investigaciones definitivas que demuestren que los productos lácteos pueden exacerbar la tos, hay suficientes estudios que muestran una conexión para que lo piense dos veces antes de correr tras ese camión.
Esto es lo que la leche no hace: No aumenta la producción de moco. Si bien más de una cuarta parte de la gente cree que beber leche aumenta la mucosidad, los investigadores no han podido encontrar una conexión entre la ingesta de lácteos y la cantidad de flema que produce su cuerpo. Algunos sospechan que es la consistencia espesa de la leche lo que puede hacerte sentir que tus síntomas son peores, no el contenido de lácteos. (La leche de soya no es mejor; otro estudio encontró que beber leche de vaca y leche de soya hacía que los participantes sintieran que era más difícil de tragar.)
Lo que los lácteos pueden hacer es hacer que la flema sea más gruesa y más irritante para la garganta. Aquí hay una sustitución fácil: En lugar de un helado, pruebe con una paleta de frutas; los alimentos congelados pueden ayudar a calmar la garganta irritada. Y si eres tú el que se siente tentado por la tina de helado, recuerda que debes tratar esa tos perturbadora con un medicamento como Robitussin: nunca es solo una tos.