En 1974, el New York Times publicó una historia de que la CIA había violado su estatuto al espiar a ciudadanos estadounidenses que se oponían abiertamente a la GUERRA DE VIETNAM. Siguió una investigación, encabezada por el senador Frank Church (D-ID). Church y su comité descubrieron una gran cantidad de información dañina sobre la agencia que llegó lejos
A mediados de la década de 1970, el senador Frank Church encabezó una investigación del Comité de Inteligencia del Senado sobre los abusos cometidos por la CIA, incluido el monitoreo de ciudadanos estadounidenses sin vínculos de inteligencia, las pruebas de LSD en participantes desprevenidos y numerosos intentos de asesinato de la vida de líderes extranjeros.
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más allá del tema de la Guerra de Vietnam. Las audiencias del comité de la Iglesia cambiaron la forma en que el público veía a la agencia que es responsable de la seguridad de su país.
El comité de la Iglesia encontró que la CIA había estado interceptando y leyendo el correo intercambiado entre los Estados Unidos y el bloque soviético. La CIA tenía registros de más de trescientos mil ciudadanos estadounidenses que no tenían vínculos con el ESPIONAJE o la inteligencia. La CIA también había realizado pruebas de LSD a participantes desconocidos, uno de los cuales fue llevado al suicidio. A través de la CIA, Estados Unidos había intentado asesinar al menos a cinco líderes extranjeros, incluido el primer ministro cubano Fidel Castro. La CIA había decidido primero avergonzar al líder cubano y, por lo tanto, dañar su popularidad. Para lograr esto, la agencia planeó hacer que se le cayera la barba a Castro colocando sales de talio en sus zapatos. La agencia tenía un segundo plan: darle a Castro un trastorno de personalidad contaminando sus cigarros. La agencia incluso había contado con la ayuda de la mafia en su intento de asesinar a Castro. Estas revelaciones impactantes trajeron demandas para un escrutinio más cercano de las actividades de la CIA.
Después de las audiencias del comité de la Iglesia, el Congreso enmendó la Ley de Seguridad Nacional de 1947 en 1980 para requerir que la CIA informara a los Comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y el Senado de «actividad de inteligencia significativa anticipada».»En seis años, sin embargo, la CIA se encontró en problemas una vez más por no informar al Congreso de sus actividades.