Uno de los paseos más maravillosos en México para el Día de Muertos es visitar Patzcuaro y sus alrededores (Yunuén, Janitzio, Urandén y La Pacanda), donde hay dos paradas obligatorias:
En el Lago de Patzcuaro comienza el festejo con la preparación de los alimentos preferidos para sus difuntos, en las calles, los festivales alegran el día con cánticos y música tradicional, entre la que destaca la danza de los pescadores, que es toda una tradición en la región. En esta danza se realiza la caza del pato sagrado (criado en el Lago de Patzcuaro, la cual se realiza exclusivamente con lanza. El pato cazado, se cocina para dar de comer a quienes esperan a sus difuntos durante la madrugada del 2 de noviembre. Por la noche puedes disfrutar del espectáculo de los pescadores quienes salen en sus balsas iluminando el camino con veladoras encendidas.
Cerca de la media noche del 1º de Noviembre, puedes observar las procesiones hacia el panteón de Tzirumútaro, ubicado en la punta de laisla de Janitzio, donde mujeres y niños, acompañados de velas y antorchas, caminan silenciosamente hacia el encuentro de sus difuntos. Ya en el panteón, vale la pena visitar los altares que resaltan por su decoración y atención en los detalles. Generalmente podrás observar que a la entrada está un arco lleno de flores, y una fila de veladoras que simbolizan el portal y el camino por el cual los muertos regresan al mundo de los vivos para disfrutar de su comida favorita y gustos personales.
Si te es imposible visitar el panteón, puedes observar la procesión desde los alrededores de la isla, donde podrás observar las luces caminando y el lago que forma un espejo de agua o bien esperar a los pescadores quienes toman sus redes de mariposa y sus balsas iluminadas con veladoras, creando un espectáculo fantástico.
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Para comer les recomendamos probar los platillos típicos de la región como el Turkus, que es una quesadilla de pescado con tortilla de maíz azul; Pájpakata que es un caldo de tripa de pescado envuelto en hojas de calabaza; Kuiris, pato gallareta en salsa; carnitas estilo Michoacán; charales con sal y limón como botana. También se recomienda probar la variedad de tamales, entre los que se encuentran los tarascos de frijol con charales; las corundas servido con carne de puerco y salsa de jitomate; también están los huchepos que son dulces, de maíz tierno, bañados en salsa de tomate verde o caldillo de jitomate con queso y crema. Si se te antoja como postre, prueba los tamales de zarzamora, chongos zamoranos y por supuesto el Pan de muerto.