Enfermedades tropicales

Descripción histórica de las enfermedades tropicales

Las enfermedades de los trópicos y subtrópicos se conocen desde la antigüedad. Por ejemplo, los médicos antiguos, incluido el médico griego Hipócrates y el escritor médico romano Aulus Cornelius Celsus, escribieron sobre las enfermedades de la malaria, y los análisis moleculares modernos de momias egipcias han sugerido que la malaria estaba presente en el antiguo Egipto. Otras enfermedades tropicales fueron reconocidas más tarde. Por ejemplo, después de la conquista española en el siglo XVI, los europeos descubrieron la fiebre amarilla, una enfermedad presente en África tropical y América del Sur.

El interés científico en la identificación y clasificación de las enfermedades tropicales surgió en el siglo XIX, cuando un número creciente de europeos y estadounidenses, como resultado de la exploración y la expansión colonial, entraron en contacto con enfermedades infecciosas en climas tropicales y subtropicales. El estudio de las enfermedades tropicales formó la base de la medicina tropical. Entre las primeras enfermedades investigadas se encontraban la filariasis, la malaria y la fiebre amarilla. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, muchas enfermedades tropicales se transmitieron por vectores, como mosquitos, pulgas, piojos, caracoles y otros animales, y algunas enfermedades se relacionaron con alimentos o agua contaminados. Finalmente, se identificaron los patógenos (organismos causantes de enfermedades) para muchas enfermedades tropicales; incluyen bacterias, virus y parásitos.

A finales del siglo XX y principios del siglo XXI, la importancia de las enfermedades tropicales creció. Mientras que algunas enfermedades se habían controlado en gran medida gracias a una mayor concienciación y a los avances en la prevención y el tratamiento, otras habían aumentado su incidencia como resultado del crecimiento de la población, la migración y el desplazamiento humanos en gran escala, el deterioro de la infraestructura de salud pública y el turismo. Además, reaparecieron algunas enfermedades tropicales que se habían controlado en gran medida, como el cólera, el dengue y la meningitis meningocócica. Y aparecieron nuevas enfermedades, como el ébola. Algunas enfermedades tropicales comenzaron a propagarse a los climas templados como resultado del aumento de los viajes humanos y la migración de vectores impulsada por el clima. El impacto de un gran número de enfermedades tropicales se vio influenciado por factores como la pobreza, la falta de agua potable y la falta de atención médica.

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