La expresión «eutrofización cultural» (=enriquecimiento cultural) se está utilizando ampliamente para denotar la contaminación orgánica resultante de las actividades humanas. Los seres humanos, a través de sus diversas actividades culturales, han acelerado enormemente este proceso en miles de lagos de todo el mundo. La «eutrofización» cultural o antropogénica es la contaminación del agua causada por el exceso de nutrientes de las plantas. El aumento de la productividad en un sistema acuático a veces puede ser beneficioso. Los peces y otras especies deseables pueden crecer más rápido, proporcionando una fuente de alimento bienvenida (1). La eutrofización produce «floraciones» de algas o crecimientos gruesos de plantas acuáticas estimulados por niveles elevados de fósforo o nitrógeno. Ha habido cierta incertidumbre en cuanto a si las floraciones de algas son el resultado del aumento de las concentraciones de nitrato o fosfato o de alguna otra causa. En la actualidad, se acepta comúnmente que el crecimiento de algas en las aguas dulces está restringido generalmente por las concentraciones de fosfato, mientras que en las aguas marinas está restringido por la concentración de nitratos (2). Sin embargo, en las aguas dulces, la concentración de nitratos podría influir en los tipos de algas que crecen, algunas de las cuales contaminan el agua potable o son tóxicas para los animales.