No Amenace el Divorcio en Su Matrimonio

¿Alguna vez se enoja con su cónyuge y amenaza con irse o divorciarse de él? Si es así, eso tiene que parar ahora mismo. Estás haciendo más daño de lo que crees. Da un paso atrás y haz dos cosas. Primero, discúlpate con tu cónyuge por usar eso como un arma. Segundo, comprométete a no volver a hacerlo. A menos que esté absolutamente comprometido a terminar el matrimonio, no lo use como un arma. Lo entiendo. Hablo con muchas parejas que han estado peleando por lo mismo durante mucho tiempo. Llega al punto en que creen que la única manera de llamar la atención de su cónyuge es amenazando con terminar el matrimonio. El problema es que rara vez soluciona el problema. La discusión se detiene, pero la relación está aún más dañada. He aquí por qué es tan dañino:

ES UNA MENTIRA

Si no planea dejar el matrimonio, le está mintiendo a su cónyuge. De hecho, estás eligiendo mentir simplemente como una forma de lastimar. Dice que estás dispuesto a hacer lo que sea necesario para poner fin a una discusión, incluso si significa amenazar la existencia de tu matrimonio. Terminar un argumento no es lo mismo que resolverlo.

CREA INSEGURIDAD

Esta mentira le dice a su cónyuge: «Me iré si no hace lo que quiero». Puede que este no sea el mensaje que pretendes enviar, pero a menudo es el que se escucha. Las amenazas de divorcio son una forma de manipulación. Es lo opuesto al amor incondicional. Los matrimonios se fortalecen al superar los problemas, no evitarlos.

DIFICULTA LA COMUNICACIÓN

La inseguridad genera ansiedad y falta de confianza. Cuando fue la última vez que quería abrir para alguien que no confía? Nos comunicamos menos sobre temas difíciles cuando nos sentimos inseguros. Incluso las conversaciones triviales se sienten como un riesgo importante que es mejor evitar. Las parejas se distancian más, evitando cualquier cosa que pueda llevar a una discusión.

PROLONGA EL CONFLICTO

Probablemente te imagines lo que pasa si nos comunicamos menos. Así es, no podemos solucionar un problema sin hablar de ello. Una comunicación menos abierta y honesta significa que el conflicto continúa. Más frustración y dolor están en el almacén y, con el tiempo, la necesidad de amenazar con el divorcio vuelve a surgir.

TOME UN DESCANSO EN SU LUGAR

Las parejas sanas discuten, a veces intensamente. Eso es normal cuando dos personas comparten sus vidas juntas. Si las cosas se calientan demasiado, tómate un descanso. Cuando lo haga, siga tres reglas simples:

  1. Hágale saber a su cónyuge lo que necesita y posea. No cuelgues el teléfono, te vayas sin decir nada, o digas algo desagradable y luego vete. En su lugar, di algo como «Necesito alejarme de esto por un tiempo.»
  2. Sugiera un tiempo para volver a la discusión, es decir, 15 minutos, una hora, después de la cena, etc. Esto muestra su compromiso para resolver el problema, pero después de un poco de enfriamiento.
  3. Vuelve a él cuando dijiste que lo harías. Incluso si necesita un poco de tiempo adicional. Si dijiste 15 minutos, regresa y diles que necesitas más tiempo. Esto demuestra su compromiso con la búsqueda de una solución.

Cuando escuche a su cónyuge pedir un descanso, siga dos reglas simples:

  1. Si alguien pide un descanso, díselo. Excepción. Es posible que desee resolverlo en ese momento, pero es egoísta e irrespetuoso empujar. Considere la posición de su cónyuge. Probablemente lo están pidiendo por una buena razón.
  2. No seas el que reinicie la conversación. Hay una excepción aquí. Si el descanso ha pasado mucho más allá de su solicitud, tráigalo como una invitación en lugar de una crítica. Por ejemplo, «Oye, sé que pediste un descanso hasta después de la cena de ayer. Cuando sería un buen momento para recogerla?»

Un pensamiento más sobre tomar un descanso. Nunca es demasiado tarde para pedir uno. ¿Cruzó una línea y dijo algo malo? Es un buen momento para pedir disculpas y pedir un descanso.

Sentirse herido y enojado no es una excusa para ser manipulador. Si te sientes desesperado, tómate un descanso de la discusión. Si hay problemas que han sido aparentemente imposibles de resolver, a pesar de sus mejores esfuerzos, comuníquese con un terapeuta. Es probable que te ayuden a entender el problema y a encontrar una solución. Me encantaría hablar con usted o remitirlo a alguien más que pueda ayudarlo. Simplemente detenga las amenazas de divorcio y encuentre una solución que fortalezca su matrimonio. No lo dañes más.

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