A veces, incluso después de realizar análisis de sangre y pinchazos en la piel, un alergista no puede llegar a un diagnóstico definitivo. En este caso, puede recomendar un desafío de alimentos orales (OFC). Esta es una prueba de diagnóstico de alta precisión para alergias alimentarias.
Desafíos de seguridad de los alimentos orales
Debido a que esta prueba puede causar una reacción alérgica grave, solo un alergista experimentado debe realizarla. Debe ocurrir en un centro médico con los medicamentos y el equipo adecuados.
La comunidad médica ha desarrollado pautas y estándares exhaustivos para los OFC. Los estudios han demostrado que estas pruebas son seguras cuando se manejan de esta manera. De hecho, miles de OFC se han realizado en todo el mundo con un excelente historial de seguridad.
Cómo funciona
Durante el desafío alimentario, el alergólogo le da de comer el alimento sospechoso en dosis medidas. Comenzará con cantidades muy pequeñas que es poco probable que desencadenen síntomas. Con cada dosis, el profesional sanitario lo vigilará durante un período de tiempo para detectar cualquier signo de reacción.
Si no tiene síntomas significativos, recibirá dosis cada vez más grandes. Si muestra signos de una reacción, el desafío alimentario se detendrá.
Con los OFC, la mayoría de las reacciones son leves, como rubor o urticaria. Las reacciones graves son poco frecuentes. Se le administrarán medicamentos para aliviar los síntomas si es necesario.
Si no tiene síntomas al final del procedimiento, su alergista descartará la alergia alimentaria. Si la prueba confirma que usted tiene una alergia al alimento en cuestión, él o ella hablará sobre las formas en que usted puede evitar el alimento. Su médico también le recetará medicamentos apropiados.
En algunos casos, los OFC se administran a personas que ya tienen una alergia alimentaria conocida. Por ejemplo, un alergista puede ordenar la prueba para averiguar si un paciente ha superado la alergia. En los ensayos clínicos, los OFC ayudan a los investigadores a saber qué tan bien responden los participantes al tratamiento en estudio.
La comunidad médica ha desarrollado pautas y estándares exhaustivos para los OFC. Los estudios han demostrado que estas pruebas son seguras cuando se manejan de esta manera.
Los Tres tipos de OFCs
Desafío Alimentario Doble Ciego Controlado con Placebo
Esta prueba se considera el «estándar de oro» para diagnosticar una alergia alimentaria. El paciente recibe dosis crecientes del alérgeno alimentario sospechoso y un placebo (una sustancia inofensiva). El alérgeno alimentario y el placebo se administran por separado, con horas de diferencia o en días separados. Debido a que el alérgeno y el placebo se parecen, ni usted ni su médico sabrán cuál está recibiendo, de ahí el término «doble ciego».»
Por ejemplo, si le están haciendo una prueba de alergia a la leche, puede comer un trozo de hamburguesa que contenga leche en polvo o un parecido que no contenga leche. Este proceso garantiza que los resultados de las pruebas sean objetivos. Ni la ansiedad del paciente ni las ideas preconcebidas del alergista pueden influir en el resultado.
Desafío Alimentario Ciego simple
En esta prueba, el alergista sabe cuándo está recibiendo el alérgeno, pero usted no sabe si el alérgeno está o no en el alimento que está comiendo. De manera similar al Desafío de Alimentos Doble Ciego Controlado con Placebo, el alérgeno alimenticio o el placebo se administrarán con horas de diferencia o en días separados.
Desafío Abierto de alimentos
Tanto usted como su médico saben si está recibiendo un alérgeno en este tipo de desafío. Con mayor frecuencia se realiza cuando es poco probable que el nerviosismo de un paciente afecte los resultados. Se administra un desafío de alimentos abiertos en una visita a la clínica. Una sola porción del alérgeno se divide en porciones que aumentan gradualmente durante aproximadamente una hora. A continuación, se le observará durante una o tres horas adicionales, para detectar una reacción.